¿Son igual de ciertas todas las religiones?

Publicado en la Biblia G3


“No seas tan engreído”, me dijo José, un maestro universitario, al escuchar mis ideas con respecto al cristianismo. Luego, él continuó: “No pretendas que el cristianismo es único. Lo importante es sentirse bien con uno mismo y tratar de hacer lo mejor para con los demás. Tú no puedes imponer tu idea de Dios a las otras personas. Cada quien tiene una idea propia de Dios y hay que respetarla. En ese sentido, todas las religiones son iguales; todas nos llevan a Dios”. La idea de José no es extraña en el mundo de hoy. Muchas personas piensan que lo importante es tener una religión para “estar bien con Dios” y calmar la conciencia. ¿Crees que esto es cierto? ¿Todas las religiones son iguales?
          En general, la religión implica tres elementos: aceptación de un sistema de creencias, obediencia a ciertas reglas de conducta y el cumplimiento de ciertos ritos y ceremonias. Todas las religiones poseen estos ingredientes, incluso el cristianismo. Es verdad, entonces, que el cristianismo posee ciertos elementos comunes con las demás religiones. También es cierto que los miembros de otras religiones pueden mostrar, en apariencia, más devoción a su creencia que muchos cristianos. Esto lleva a algunos a creer que esa religión es la verdad. Sin embargo, debes recordar que una cosa es la entrega a una causa y otra es si esa causa es verdadera. En el pasado hubo personas que creían que la tierra era plana. Ellos defendían esta creencia con todo su corazón, aunque ahora sabemos que estaban “sinceramente equivocados”.
Por otro lado, recuerda que no es posible que todas las religiones sean verdaderas a la vez. Si el hinduismo enseña la existencia de muchos dioses y el cristianismo enseña que hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4; 1 Timoteo 2:5), no es posible que las dos estén en lo correcto. Una de las dos debe estar equivocada. Si el budismo afirma su creencia en la reencarnación y la Biblia afirma que está determinado que los hombres mueran una sola vez (Hebreos 9:27), es claro que están en abierta contradicción. Ambas no pueden ser verdaderas a la vez. La misma idea se mantiene en relación con todas las premisas fundamentales de la fe cristiana y de las otras religiones. Una debe ser legítima y las demás no. El punto es, entonces, discernir dónde se encuentra la verdad.
Lo cierto es que la fe cristiana se distingue de las demás religiones del mundo en varios factores fundamentales. En primer lugar, en un sentido muy real, todas las religiones representan el esfuerzo de hombres y mujeres por explicar cómo es el mundo en el que viven. Por el contrario, el cristianismo es la revelación de parte de Dios acerca de lo que es el mundo como su creación. En segundo lugar, las religiones son un esfuerzo meramente humano por alcanzar la salvación. De hecho, toda religión humana sostiene la idea de buenas obras que sirven para justificar a los humanos. El cristianismo es la buena nueva de parte de Dios de que no hay que hacer nada para salvarse; que él ya lo hizo todo (Efesios 2:8-9).
En tercer lugar, todas las religiones del mundo poseen líderes que se presentan como iluminados que han llegado a un alto grado de conocimiento espiritual. La fe cristiana proclama que su gran líder es el Dios que se hizo hombre (Juan 1:14). En cuarto lugar, las religiones siguen las enseñanzas de libros sagrados que han sido el producto de profundas reflexiones de parte de esos líderes religiosos. El cristianismo sigue las enseñanzas de un extraordinario libro –la Biblia—que surge, no del ingenio de los hombres, sino de la sabiduría de un Dios que se dio a conocer (2 Tim. 3:16).
En resumen, las religiones del mundo son un esfuerzo que comienza abajo (en la mente humana) y trata de alcanzar las alturas de la divinidad, mientras que la fe cristiana viene de arriba hacia abajo: la iniciativa de Dios buscando a los seres humanos pecadores para tener una relación con ellos. Las religiones ponen un gran énfasis en las ceremonias, mientras la fe cristiana hace énfasis en la relación personal con Dios, dejando las ceremonias como meros símbolos de realidades espirituales más profundas. Las religiones, por último, muestran caminos para vivir mejor, mientras que el cristianismo muestra el único camino a Dios: Jesucristo (Juan 14:6).
Al final de este análisis, hay que decir que, como esfuerzo humano, ninguna religión es verdadera. En este sentido ni siquiera el cristianismo como religión humana puede afirmar que tiene la verdad absoluta. El único que es verdadero es Dios. La única verdad en relación con Dios y nuestra relación con él, entonces, es aquella que proviene de lo que él ha dicho en Su Palabra. Así, el cristianismo solamente puede afirmar que posee la verdad en la medida en la que se acerque a las ideas que Dios ha dejado en la Biblia. Así, la pregunta de debes hacerte es a quién conviene creerle: si a los finitos humanos que han tratado de fabricar caminos para llegar a Dios o a Dios mismo, quien ha mostrado la senda para tener una relación viva con él.

Agentes de cambio en la familia (Estudio de caso)



                Camilo es un joven que nació en un hogar cristiano. Junto con sus padres y hermana han asistido a la misma iglesia durante prácticamente toda su vida. Últimamente, Camilo ha notado que su entusiasmo por las actividades de la iglesia y, en general, por las cosas de Dios, ha disminuido notablemente. Es que sus padres no se llevan muy bien con el nuevo pastor de la iglesia. Durante las comidas, Camilo y su hermana deben escuchar las muchas razones por las que la iglesia “estaba mejor” antes que llegara el hermano Próspero como pastor. La semana pasada, después de la reunión de jóvenes de la iglesia, Alberto, su mejor amigo, le preguntó qué le pasaba. Camilo le contó algo de la situación en su casa con el pastor. Camilo terminó la plática diciendo algo así: “¿Qué puedo hacer si mis papás no se llevan con el pastor?” “Como hijo, debo apoyarlos, aunque estén equivocados. La verdad es que el pastor tiene la culpa por su manera de ser. Cualquiera se molestaría con él”.
                Leonardo es un joven cristiano de la misma iglesia. Su papá no es cristiano, y su mamá sí lo es, pero ella no se congrega por temor a lo que dirá su esposo. Leonardo es uno de los músicos de la iglesia. Además  asiste a un grupo de discipulado y es el primero en llegar a la clase de la Escuela Dominical. Este domingo pasado, su maestro le preguntó: “Leonardo, te admiro por tu puntualidad e interés en estudiar la Biblia. ¿Cómo haces para que tu papá te dé permiso de venir a tantas actividades de la iglesia? Me imagino que debe ser un conflicto constante”. Leonardo respondió: “La verdad es que debo hacer todos mis deberes con tiempo para que ellos me den permiso de venir. Por ejemplo, los domingos es el día que me levanto más temprano para poder limpiar el patio de mi casa y que mi papá me deje venir temprano a la Escuela Dominical. Honestamente, creo que este sacrificio vale la pena; no solo por venir a la iglesia, sino porque quiero que mi papá llegue a entender que ser cristiano, lejos de hacerme un vago e irresponsable, me ha convertido en una mejor persona. Así él se va a acercar a Dios”.
                ¿Cuál de los dos jóvenes crees que está tomando una actitud adecuada? Mientras Camilo se deja arrastrar por valores y actitudes equivocadas en el seno de su familia, Leonardo está decidido a seguir adelante, a pesar de la oposición de su padre e incluso, procurando activamente la transformación de su familia. 1 Timoteo 4:12 enseña que, en lugar de dejar que lo menosprecien por su juventud, el buen cristiano debe tomar la iniciativa y ser un ejemplo para los creyentes en áreas de conducta. En otras palabras, en lugar de esconderse detrás de excusas como la inexperiencia o la falta de autoridad en la familia, el creyente debe ser un agente de bendición de parte del Señor para el resto de su familia.

¿Cómo crees que se aplicaría 1 Timoteo 4:12 a Camilo? Trata de ser específico


Menciona algunas cosas específicas que hace Leonardo y que cumplen el principio del versículo mencionado.


Trata de pensar en una situación de tu familia que no está de acuerdo con lo que el Señor desea. Trata de hacer una lista de 4 cosas que puedes hacer para ser un agente de bendición de parte de Dios.


Termina con una oración de gratitud a Dios por tu familia e intercediendo por cada uno, de manera específica. 

Asuntos introductorios del libro de Judas

Hace poco tuve la oportunidad de presentar las conferencias bíblicas en el Seminario Bíblico Centroamericano de Honduras. El tema fue la carta de Judas. Gracias a los estudiantes, maestros y visitantes que participaron durante esa semana de conferencias. Mi deseo es que este tiempo de estudio y reflexión sirva para motivarnos a todos a luchar vigorosamente por la fe auténtica que fue dada una vez a los santos.

Aquí les presento la ayuda visual utilizada para la primera conferencia, la cual contiene los asuntos introductorios de la carta. 

¡Auxilio! ¡No aguanto más!

Recibí esta nota de parte de una señorita:

¿Qué puedo hacer si ya no soporto y he pedido ayuda al Señor y no me llega? La tristeza me está matando. He estado a punto de cometer un gran error: quitarme la vida. Necesito estar con mis padres para que me ayuden, pero es imposible porque no están aquí. Necesito ayuda, por favor.
 RESPUESTA
        Para comenzar, felicitaciones porque estás pidiendo ayuda. Eso es lo que hay que hacer cuando tenemos dificultades. No mencionas con exactitud cuál es tu problema, pero dices que ya no puedes soportar la tristeza, así que debe ser una circunstancia muy dolorosa; seguramente sientes un dolor muy agudo el cual nada parece remediar. También dices que has pedido la ayuda del Señor y eso es mejor aún, porque Él es la fuente de todo consuelo y refugio.
        Ahora bien, a pesar del dolor, la tristeza y, posiblemente el enojo contra Dios que sientes, te tengo tres grandes noticias. La primera de ellas es que, por difícil que parezca y por imposible que te suene, tus problemas tienen solución. No importa si es una decepción amorosa, la traición de una amiga o la incomprensión de tus padres o amigos, la verdad es que siempre hay una salida, que por supuesto no vas a poder ver si cometes el error de quitarte la vida. Recuerda que, a fin de cuentas, tus problemas son pasajeros, pero el suicidio es permanente.
        Te recomiendo que hagas lo siguiente. Siéntate un momento y escribe el problema que más te está afectando en este momento. Ahora escribe las alternativas que tienes para solucionar o cambiar esa circunstancia. Escribe también los obstáculos y las consecuencias que puede conllevar ese curso de acción. Sé optimista y no pienses sólo en lo peor. Es posible que hacer esto coloque los problemas en una dimensión más realista y puedas contemplar salidas que antes no habías considerado.
        La segunda buena noticia es que Dios está siempre dispuesto a escucharte, comprenderte y ayudarte. Para comenzar, recuerda que puedes expresarle al Señor tus quejas y angustias. ¿Sabías que hubo personajes en la Biblia que expresaron sus tristezas, su dolor y aun su enojo a Dios? Job era un hombre bueno que perdió a sus hijos y todas sus posesiones en una serie de eventos trágicos y traumáticos. En lugar de consolarlo, sus amigos trataban de buscar una razón por la cual Job sufría. En medio de todo, escucha lo que dice este sufrido hombre: “Está mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablaré con amargura de mi alma” (Job 1:10); “Disputadores son mis amigos; mas ante Dios derramaré mis lágrimas” (Job 16:20). ¿Te das cuenta? En lugar de abandonar al Señor, puedes acudir a él para encontrar consuelo o simplemente para llorar y presentarle tus quejas. Y de una cosa debes estar segura: el Señor no abandona a aquellos que lo buscan. Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Por eso, no acabes con tus oportunidades de encontrar el consuelo. Refúgiate en Dios; descarga en él tu problema, cualquiera que éste sea. Recuerda que él es el único que puede ayudarte en toda circunstancia.
        La tercera gran noticia es que hay personas que te aman y se interesan por ti. ¡Vamos! Si has de ser honesta, debes reconocer que no todos están en tu contra. Tienes amigos que te quieren tal y como eres, a pesar del dolor y de las dificultades tan grandes que estás atravesando. De hecho, sería una gran idea que llamaras a un amigo o amiga maduro (de preferencia que sea una persona con fe en Dios) para que te ayude a salir de donde estás. Recuerda que los verdaderos amigos están contigo en las buenas y en las malas y no te juzgarán por lo que te está sucediendo, sino que procurarán extender su mano amiga para ayudarte y acompañarte en los problemas. A propósito, aparte de tus buenos amigos, es muy aconsejable que busques la ayuda de consejeros espirituales que te escuchen, que te den nuevas perspectivas ante los problemas y que te acompañen en el proceso. La Escritura enseña que en la multitud de consejeros hay seguridad (Pr. 11:14).
        En resumen, ¿por qué darle una solución terminante y falsa a problemas pasajeros que sin duda tienen una solución? Clama al Señor ahora mismo pidiendo su dirección y su consuelo. Luego, busca con objetividad las salidas y opciones que tienes ante el problema y enfréntalo con valor y decisión. Por último, busca la ayuda de personas que te aman y que se interesan por ayudarte a resolver cualquier dificultad o angustia que estés enfrentando. Aunque sientas que tu vida no tiene sentido, recuerda que hay un Dios que te hizo especial, que te ama y que tiene planes maravillosos para la vida que tienes por delante. Sólo dale la oportunidad de tomar el control y encaminarte hacia la senda de la paz y del descanso verdadero.

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