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Qué pide el Señor

Publicado en "El Encuentro con Dios"
de la Unión Bíblica


Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz. Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel. Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí. Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María. Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias de Jehová. ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. 10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? 11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? 12 Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. 13 Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. 14 Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. 15 Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino. 16 Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.

Mientras llega el momento de la feliz restauración, la conducta pecaminosa del pueblo sigue provocando una confrontación formal con la santidad del Señor. El pasaje de este día nos ofrece más luz acerca de la manera en la que Dios maneja esta clase de conflicto.
            Es impresionante descubrir cómo el Señor le pide a su pueblo que venga y plantee formalmente sus acusaciones en contra de Él. Así, se atreve a desafiar al pueblo para que le presenten pruebas, si las hay, de que Él ha faltado en algo al pacto que tiene con su pueblo. No las hay. Más bien es Dios quien tiene abundantes evidencias de su fidelidad para con ellos. En lugar de reclamarle al Señor por algún derecho que creamos tener, debemos repasar primero las numerosas y específicas muestras de su bondad infinita. Si lo hacemos, con seguridad nos quedaremos sin motivos para reclamar.
            Si Dios es infinitamente bondadoso y las muestras de su gracia son evidentes, entonces, ¿Qué podrá ser lo suficientemente digno para adorar a un Dios tan perfecto y santo? ¿Qué tipo de sacrificios, ofrendas u honores podemos ofrecer ante un Ser que es absolutamente soberano, santo y que ha dado pruebas abundantes de su misericordia? ¿Serán suficientes millares de sacrificios, todas mis posesiones, mi tiempo o la vida de mis seres más queridos? ¡El Señor ya lo ha revelado! Lo que Él demanda es una vida ética justa, valores internos que reflejen su misericordia y un corazón humilde ante Él. En pocas palabras, Él exige nuestra vida; que nuestras intenciones, nuestras acciones diarias y nuestro trato hacia los demás sean un reflejo de nuestro completo sometimiento a Él. De esta forma, nuestra forma de trabajar, de hacer negocios, de tratar a aquellos en necesidad o de tratar a nuestros hijos deben mostrar que estamos rendidos a su Nombre. El pasaje incluso afirma que los castigos tienen como propósito hacer que lleguemos a esa condición. Por eso el pueblo fue castigado. Sus valores no eran los del Señor, sino que siguieron los malos ejemplos del pasado. ¡Qué triste es seguir nuestra propia sabiduría!
¿Puedes hacer una lista de las bondades de Dios en tu vida? ¿Te permite esto vivir más satisfecho y confiado en Él? ¿Muestra tu conducta diaria tu humillación ante el Señor?


Señor, me comprometo a mantener relaciones de justicia y misericordia para con los demás como evidencia de que mi corazón está totalmente rendido a ti.

El Nuevo Orden Mundial Verdadero


Publicado en "El Encuentro con Dios"
Unión Bíblica


Miqueas 5

1 Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel. 2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad. 3 Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel. 4 Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. 5 Y éste será nuestra paz. Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos contra él siete pastores, y ocho hombres principales; 6 y devastarán la tierra de Asiria a espada, y con sus espadas la tierra de Nimrod; y nos librará del asirio, cuando viniere contra nuestra tierra y hollare nuestros confines. 7 El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan a varón, ni aguardan a hijos de hombres. 8 Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasare, y hollare, y arrebatare, no hay quien escape. 9 Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos. 10 Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros. 11 Haré también destruir las ciudades de tu tierra, y arruinaré todas tus fortalezas. 12 Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros. 13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos. 14 Arrancaré tus imágenes de Asera de en medio de ti, y destruiré tus ciudades; 15 y con ira y con furor haré venganza en las naciones que no obedecieron.


            Si confiamos solamente en lo que nuestros ojos pueden ver en el mundo, casi podríamos afirmar el fracaso del bien ante los falsos valores de la codicia y el egoísmo. Sin embargo, como parte de sus planes perfectos, el Señor proyecta una nueva manera de ver el mundo; con nuevos valores, nuevos gobernantes y nueva manera de relacionarse los unos con los otros. ¡Esta es la esperanza cristiana!
Nuevos dirigentes. El mismo libro de Miqueas afirmó la responsabilidad doble de los líderes en la vida de la nación. En consecuencia, este nuevo orden comienza con nuevos dirigentes; el más importante de ellos es el Mesías. Aquí encontramos la extraordinaria profecía que anuncia el nacimiento de Jesús en Belén. Sin duda, este nuevo pastor es una de las claves del nuevo orden que Dios establecerá en el mundo. Él “apacentará” al pueblo, levantará otros líderes capaces y sabios y él mismo será la paz del pueblo. ¡Qué estimulante es pensar que nosotros somos parte de los seguidores de este sabio líder que transforma y dirige el mundo!
            Nueva paz. La paz es construida a base de dos medios: el primero es una influencia sutil, cual rocío, del pueblo de Dios, el cual, por designio divino; no humano, penetra en las sociedades con las que tiene contacto. La segunda es la intervención del Señor en contra de sus enemigos, los cuales son vencidos de manera categórica y final. Aunque esta profecía está en espera de su cumplimiento final, hoy, como la lluvia que inunda hasta los rincones más apartados del paisaje, los hijos de Dios podemos traer una beneficiosa influencia sobre el mundo.
            Nueva situación espiritual. El programa divino contempla una transformación de la vida espiritual de la humanidad. No más supersticiones engañosas; no más idolatría o abusos en nombre de la religión. Todo este cambio es provocado por la infalible mano del Señor que interviene para traer nuevos valores a la humanidad. ¡Comencemos a vivir bajo este nuevo orden mundial!



                 ¿Ves el mundo desde la perspectiva divina? ¿Confías en Jesucristo como el verdadero líder que guiará al mundo sabiamente? ¿Anhelas vivir bajo estos nuevos valores de Dios aun desde hoy?
                 Señor, deseo ser un agente tuyo que practica y enseña una filosofía diferente ante la vida.

Una restauración más que anhelada



    

Miqueas 4:
 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 2 Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. 3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. 5 Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre. 6 En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre. 8 Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén. 9 Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? 10 Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. 11 Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sion. 12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era. 13 Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.


     La tierra está al borde del desastre. Las guerras, la explotación descontrolada de los recursos naturales y la falta de cuidado están a punto de hacer colapsar el planeta. Para muchos, la solución pasa por estrategias tales como campañas de cuidado del ambiente, cambios en las condiciones políticas de los países o acuerdos internacionales sobre controles de armas. Aunque estas medidas son de ayuda, el pasaje de este día nos recuerda que la esperanza última de la tierra es la acción del reino de Dios.

       La primera parte del capítulo dice que algún día todas las naciones buscarán instrucción acerca del Señor. Esta afirmación nos recuerda que cualquier esperanza se origina en el conocimiento de Dios y no en abandonarlo. De hecho, sobre la base de la corrección divina, las naciones hacen un cambio radical en su manera de vivir. Las intenciones guerreristas y agresivas se transforman en proyectos unificados y creativos que buscan hacer producir la tierra. Las armas desaparecen y se convierten en instrumentos de trabajo y productividad al servicio de la humanidad. Este anuncio, que pareciera ser solamente el sueño de un grupo de idealistas, es el plan del Señor para este mundo.

        En cuanto al pueblo de Dios, que en el Antiguo Testamento transita por el camino de la rebeldía, la idolatría y el fracaso, hay una promesa de restauración llena de ternura y perdón. Así, el Señor promete recoger a los fieles y reinar sobre ellos. Aunque en el momento de la profecía, los fieles sufren debido al pecado de la nación, se ratifica su regeneración motivada por el amor de Aquel que es proclamado como su Rey. Solamente un Dios de amplia misericordia, de infinito poder y de incomprensible amor puede ofrecer esta clase de perdón a sus hijos.

La esperanza es uno de los valores principales de la fe cristiana. El pasaje de este día podría llegar a parecer un poco ingenuo, pero sin duda, los seres humanos anhelamos esta transformación y hoy es posible anticiparla por medio de nuestra conducta como hijos del Rey del universo.


      ¿Confías en el cumplimiento de las promesas del Señor a nivel global? ¿Eres un modelo de trabajo y productividad como los que planea el Señor para el mundo?

Señor, confío en tus maravillosas promesas para la humanidad. Permite que mi trabajo, mis valores y mis acciones sean un anticipo de lo que tú harás en el mundo. Amén.
 

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