No caigamos en las redes del institucionalismo

Sin duda, esta época posmoderna, en combinación con el capitalismo globalizado, es testigo de una consolidación casi universal de las organizaciones agresivas y competitivas, a la vez del notorio debilitamiento y aun desaparición de aquellas que no se ajustan a las exigencias del mercado en el que se encuentran.

Cuando una iglesia local crece, sus autoridades tienen más poder que antes y el éxito visible comienza a ser evidente. Puede llegar a pensarse que ese crecimiento, poder y éxito es la meta de esa iglesia. De hecho, el crecimiento de la iglesia se ha convertido en una de las “industrias” más exitosas y de mayor demanda dentro del “mercado cristiano”. Muchas iglesias, al menos en la práctica, han convertido su imagen corporativa y su éxito tangible y numérico en la meta teológica de su vida y su ministerio.

El fenómeno que sufren estas congregaciones se llama “institucionalismo” y es el responsable de la pérdida de visión de muchas iglesias. El institucionalismo es la tendencia de las instituciones sociales de “volverse rígidas, por conservar la forma exterior (sic), perdiendo el sentido de los valores que la han motivado” (Fernando Bastos de Ávila, “Institución”, Pequeña enciclopedia de la doctrina social de la Iglesia, trad. Augusto Aimar, Bogotá: Ediciones San Pablo, 1994: 342).

Cuando la iglesia adopta esta filosofía institucionalista, las señales no siempre son claras, pero sí reales. PRIMERO: La importancia de las personas se comienza a medir con base en la grandeza o el éxito de la iglesia. Muchas veces cuando un líder se presenta por nombre y después dice en cuál iglesia está trabajando, recibe una segunda mirada de admiración, respeto o condolencia, dependiendo del nombre y la fama de la iglesia mencionada. También se invita a potenciales miembros o líderes a “unirse a algo más grande que tú”, haciendo siempre énfasis en la grandeza de la institución-iglesia como lo valioso, en lugar de las personas que la forman. En este sentido, la actitud es que el prestigio de la organización engrandece a las personas, y no que las personas hacen grande a la organización.

SEGUNDO: Una de las grandes metas del trabajo de la institución-iglesia llega a ser mantener a toda costa su buena imagen, incluso en perjuicio del bienestar o cuidado pastoral de las personas. Es como cuando otras instituciones que utilizan alguna clase de uniforme (como por ejemplo, centros educativos) exigen buena conducta de sus miembros “por el buen nombre del centro que representa el uniforme”. Se dan casos de autoridades institucionales que llegan a decir: “Está bien que lo hagan, pero es inadmisible que sea dentro de los muros de la institución o usando el uniforme que nos representa”.

Tres ejemplos o implicaciones de esta idea filosófica en la iglesia se pueden mencionar. En primer lugar, cuando se castiga o disciplina a alguien, muchas veces se hace para proteger el buen nombre de la institución o para evitar los malos comentarios que pueden hacer los inconversos, olvidando que la filosofía ministerial de la iglesia no deben establecerla los inconversos, sino la Escritura, la cual refleja el amor de Dios hacia las personas. En segundo lugar, los trabajadores asalariados y voluntarios son presionados a sacrificarse para que la institución crezca y se desarrolle saludable en el mercado. Así, es común ver iglesias con ambiciosos proyectos de construcción o de compra de tecnología o música, pero que “no les alcanza” para pagar un salario digno a sus pastores, a los cuales se les estimula a “vivir por fe”, como “todo buen siervo” del Señor. En tercer lugar, y relacionado con lo anterior, a menudo se observa negligencia en cuanto a la preparación y capacitación de los líderes y, a la vez, un esfuerzo cada vez mayor en la inversión dedicada a edificios, adornos y otras señales visibles y externas de grandeza organizacional.

TERCERO: Con esta filosofía los medios fácilmente se convierten en la meta. Así, el desarrollo excelente de los programas es visto como el objetivo, aun si las personas no llegan a comprender los “misterios” que se están llevando a cabo ante sus ojos. Muchas iglesias buscan adquirir emisoras de radio, equipos de sonido, proyectores digitales o instrumentos musicales sofisticados, no como medios para educar y formar personas, sino como fines en sí. Por eso, una de las maneras en que estas iglesias atraen personas es impresionando al público con espectáculos cada vez más sofisticados, edificios cada vez más complejos y programas más profesionalmente llevados a cabo. En el fondo existe la idea que de esta manera el ministerio de la iglesia será engrandecido y “globalizado”, de acuerdo a los criterios de la cultura capitalista actual.

Como se puede ver, es muy fácil adoptar el éxito de la institución como la gran meta, explícita o implícita. La tentación de pensar que “las personas son pasajeras, pero las instituciones permanecen” y adoptar esta idea como filosofía está presente en todas las iglesias e instituciones cristianas. Es muy fácil olvidar que el Señor Jesús no murió por instituciones, ni siquiera por la iglesia, vista como institución. Luchemos para que la iglesia no adquiera la identidad de una empresa con motivaciones egoístas, alejada de la gracia y la misericordia hacia las personas y enfocada en su propio crecimiento y prosperidad. Es necesario recordar siempre la palabra fiel: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Ti. 1:15).

Enteramente preparados... para ser relevantes en la sociedad


“En el mundo… no son del mundo… los he enviado al mundo” (Juan 17:11, 16, 18). Con esta triple perspectiva, Jesús expresa cuál es la posición de su pueblo, la iglesia, ante el sistema pecaminoso en el que vivimos. Lamentablemente, la mayoría de veces, hemos subrayado solamente la segunda de estas ubicaciones, perdiendo valiosas oportunidades de testificar, impactar y ser agentes del Señor en la transformación del mundo para su gloria. 

En esta sesión, reflexionaremos en maneras bíblicas y prácticas de preparar nuestra mente, corazón y cuerpo para enfrentar los desafíos que la sociedad en decadencia nos plantea como seguidores de Jesucristo.


  • 1. Preparación personal del siervo de Dios
    Actitudes que se deben cultivar
     * Proclamar a Dios como Señor de toda la tierra. Salmo 24:1.
     * Compromiso ineludible con Dios y el prójimo. Salmo 146
     * Trabajar en la adquisición y desarrollo de una sana conciencia social que sea sensible a los problemas sociales y no se aísle de los perdidos.
     *Aceptar que la vida social es una manifestación de la vida ciudadana y no el resultado de conspiraciones infernales o inútiles actividades.
     *No tomar o aceptar posturas políticas apresuradas. Sospechar de toda ideología que se proponga en el medio. Salmo 146:3-4.
     *Mantener una actitud equilibrada ante los partidos políticos, los sindicatos, las luchas de los marginados: Ni activismo ingenuo, ni aislamiento irresponsable.
     * Mantenerse informado de los acontecimientos políticos nacionales y mundiales y formarse una opinión inteligente de ello.
     *Lea libros que tengan una correcta perspectiva bíblica con respecto al tema de los problemas de la sociedad. Recomiendo los siguientes:
    **  John Stott, La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos, Editorial Nueva Creación.
     ** Charles Ryrie, La responsabilidad social, Ediciones Las Américas.
     ** Bryant L. Myers, Caminar con los pobres, Ediciones Kairós.
     ** Stephen Charles Mott, Ética Bíblica y cambio social, Editorial Nueva Creación.
     ** Emilio Antonio Núñez, Teología y Misión: Perspectivas desde América Latina, Visión Mundial.
     ** Tony Campolo, Todos quieren cambiar el mundo. Ideas prácticas para la justicia social. Editorial Vida.

    Acciones prácticas:
     Lea la página editorial de los periódicos; vea los noticieros, pero también los programas de debates en los que se profundiza en las noticias.
     Tome la decisión de modelar una vida de moralidad y honestidad a todo nivel; cumpliendo las leyes y respetando a los que están en eminencia (1 Pedro 3:16).
     Participar en los ejercicios democráticos a todo nivel, con altura cívica e inteligencia política: en la iglesia, en la Universidad, en las asociaciones de profesionales, en los comités vecinales, en reuniones de pastores, etc.
     Orar por las autoridades de la ciudad y del país, así como por las víctimas de la violencia, de la injusticia y los desechados por la sociedad.
     Tomar la decisión de llevar un estilo de vida sencillo; es decir: un estilo de vida que “renuncie al desperdicio y se oponga a la extravagancia de la vida personal” (Compromiso evangélico con un estilo de vida sencillo, Comité de Lausana). Ello implica no comprar cosas por imagen social o status, sino vivir con lo necesario para estar cómodos, de acuerdo a nuestras posibilidades.
     Aumentar la cantidad de dinero y ayuda para los necesitados (1 Jn. 3:18). Se reconoce que esto debe hacerse con inteligencia, pero ello no nos exime de la responsabilidad de ser generosos con todos aquellos que padecen.
     Renunciar al consumo irracional que está caracterizando a las sociedades occidentales. Algunas sugerencias dadas por expertos ecologistas y sociólogos son:
     Use menos artículos desechables.
     No compre artículos enlatados.
     Limite la compra de productos que contienen colorante: algunas gaseosas, ciertas galletas, boquitas (“churritos”), salsas, etc.
     Use menos artefactos eléctricos. 
     Sea racional en el gasto de energía. Apague luces y aparatos eléctricos cuando no sean necesarios.
     No dé regalos con empaques excesivos.
     De ser posible, use sus propias bolsas cuando va de compras.
     Rechace aquellos productos que dañan el ambiente.
     Escriba, pronúnciese, dé su opinión a sus vecinos, proteste. No se quede callado.

    2. Preparación de nuestra familia
     La familia es la primera escuela. Aproveche para formar actitudes correctas ante la patria, los gobernantes, las actitudes cívicas, etc.
     No haga de su familia una dictadura paterna. Dé oportunidad a sus hijos de planear, opinar o expresarse ante diversas circunstancias. A la vez, establezca una comunicación fluida y una relación de amor con su pareja para así ser un modelo de familia que “promueve el bien social”.
     No promueva estilos de vida que están basados solamente en las modas o las marcas que promueven una imagen. Compre buena ropa y zapatos para sus hijos, pero no compre algo solamente porque es de la marca X.
     Promueva en la familia el amor al trabajo y la responsabilidad. No permita que sus hijos crezcan con “dinero fácil” y la impresión de que todo el mundo les debe algo. Establezca responsabilidades familiares que todos deben cumplir. A la vez, recompense, felicite y estimule las actitudes correctas.
     Comente en el seno familiar los acontecimientos de la vida nacional. Pida opiniones y aproveche para sembrar valores positivos. Trate de promover siempre una actitud pacifista (ej: el tema de las maras o el tema de la guerra en el Medio Oriente).
     Enseñe a sus hijos una actitud de servicio a los demás. Busque que ellos sirvan a sus compañeros de estudio o amigos. A la vez, enséñeles a ser generosos con los más pobres.
     Establezca límites y reglas claras para la casa. De esta manera, estará enseñando de una manera sencilla el cumplir la ley y alejarse de los problemas sociales.
     Juegue con sus hijos. Enseñe de esa manera el juego limpio, el seguir las reglas, el respetar a los demás y la importancia de saber ganar y perder. Todos estos son valores claves en la vida social.



    3. Preparación de las congregaciones
     Recordar siempre que el evangelio tiene alcances totales, los cuales incluyen la sociedad. No creemos en un escapismo que, a la larga, resulta dañino para la naturaleza de la iglesia.
     Cada congregación debe ser un modelo en el cumplimiento de las leyes y respeto a las autoridades. Además, debe ser un modelo de ejercicios democráticos y respeto a las opiniones de los demás.
     Se debe promover una sana discusión acerca de la vocación y llamado a servir de cada cristiano. La idea es promover una actitud de servicio a Dios y al prójimo. El impacto de la iglesia proviene, en buena parte, de la promoción de una conducta ejemplar y que refleja los valores del reino de Dios.
     La iglesia debe funcionar como la conciencia de la sociedad (No como un amo del Estado, ni como su esclavo). Cada congregación puede buscar espacios de expresión a través de los cuales se pueda educar, denunciar y protestar, así como felicitar y promover iniciativas.
     La iglesia debe promover en su seno la solidaridad para con los demás. Debe haber un comité de ayuda y acción social que haga obras concretas a favor de los más necesitados, tanto dentro como fuera de la congregación (Gálatas 6:10). La congregación debe ser un espacio de expresión y ayuda. Estos proyectos de ayuda deben ser iniciados con cuidado y poniendo como motivación la fidelidad a Dios y el compromiso con el prójimo, y no la publicidad gratuita o la búsqueda de fama.
     El pastor y los líderes que enseñan en la iglesia deben incluir aplicaciones en su enseñanza que sean parte de la vida real del país y no solamente de necesidades espirituales y actividades eclesiales.
     La iglesia tiene la oportunidad de ser una orientadora para la sociedad en la que vive. Algunas ideas para lograrlo son:
     Promover charlas acerca de temas que interesan al pueblo: el dengue hemorrágico, el SIDA, la inflación, cómo pedir empleo, cómo proteger a la familia de la delincuencia, ahorro de energía, etc.
     Ofrecer las instalaciones para reuniones de ayuda: puestos de socorro en casos de desastres, reuniones de vecinos, funerales, campañas de limpieza y vacunación, etc.
     Si hay personas en la congregación que expresan que su vocación es la participación social, se les debe pastorear a fin de que sean orientados adecuadamente, ya sea para desestimular su intención, como para dirigir de manera prudente, honorable e inteligente sus deseos de servir a Dios y al prójimo.

    4. Preparados para enfrentar los riesgos
    a. Si nos involucramos:
             i. El riesgo de la ingenuidad.
             ii. El riesgo de la tentación del poder.
             iii. El riesgo de la fama.
             iv. El riesgo de las alianzas inconvenientes.
    b. Si no nos involucramos:
             i. El riesgo de la irrelevancia.
             ii. El riesgo de la dicotomía (separación de lo espiritual de lo cotidiano).
             iii. El riesgo de la complicidad silenciosa.


¡Auxilio!... Todos me están mirando


¡Tenía que pasar! Al final de que uno de tus amigos contara un chiste, tú hiciste un comentario “adicional”, como queriendo agregar otro chiste a la broma ya hecha. Al instante, parece que todos callan a la vez, las sonrisas se pierden y parece como que si todas las miradas buscaran la tuya para pedir una explicación. Sientes que eres más grande y notorio que de costumbre, el pulso se acelera y sientes que el 100% de la sangre en tu cuerpo corre sin control hacia tu rostro. Comienzas a sentir calor, frío; una sensación de resequedad en la garganta y cierta humedad incómoda en los ojos.

Al terminar el episodio, deseas desaparecer y nunca más decir algo enfrente de otras personas. Una vez más, compruebas que eres la persona más tímida que existe sobre la faz de la tierra. Nunca serás popular y, claro, eres pésimo en reuniones sociales. “¿Por qué me hizo así Dios?”, piensas. “¿Por qué será tan difícil ser yo?” Si alguna vez te has sentido así, los siguientes consejos son para ti.

1) No estás solo.

La verdad es que muchas personas en algún momento de su vida se han declarado como personas “tímidas”. En una encuesta hecha en EE.UU., el 40% de los estudiantes de secundaria se consideraban “tímidos”. Eso significa que cerca de la mitad de los jóvenes como tú se ven a sí mismos como personas más bien calladas. Es cierto que a la mayoría nos parece que la timidez es un obstáculo, pero muchos sienten consuelo al saber que no están solos.

2) Este no es un problema insuperable.

Para decirlo con claridad, la timidez no es una “enfermedad sin cura”. Con la ayuda de Dios y algo de esfuerzo personal y de algunos amigos, el obstáculo se puede vencer.

3) Entiende el proceso de la timidez.

Examina los siguientes hechos como parte de una especie de diagnóstico que usarás para vencer este problema:

a. Todo comienza con el convencimiento de que no puedes actuar ante otras personas:
               i. No sabes iniciar una conversación.
               ii. No tienes nada interesante qué decir.
               iii. Si hablas, algo saldrá mal.
               iv. Estos pensamientos son peores si la persona con la que estás es de un nivel social  o económico más alto.

b. Esos pensamientos pesimistas y derrotistas te llevan a sentir una fuerte tensión emocional y lo que algunos llaman cierta “ansiedad social”. Entonces, puede suceder alguna o todas las siguientes manifestaciones:

               i. Te pones nervioso cuando estás solo con otra persona con la que no tienes mucha confianza.
               ii. Este estado se vuelve más grave si la persona es del sexo opuesto y atractiva.
               iii. Aparecen temores casi obsesivos acerca de lo los demás opinarán de tu ropa, tu pensamiento, tu apariencia, tu nombre, tu voz, etc.
               iv. Tiendes a pensar que cualquier cosa que suceda a tu alrededor, por más intrascendente que sea, se debe a tu inadecuada presencia. Por ejemplo, si la otra persona se ríe, piensas que es de ti, o si bosteza, crees que es porque encuentra aburrida tu plática.

c. Por último, todos estos factores te llevan a quedar mudo, paralizado, avergonzado y plenamente convencido de que tu lugar es más una ostra en el fondo del mar y no al lado de otras personas o haciendo amigos. La mala noticia es que esta actitud te regresa al principio y caes en una especie de pantano del que sientes que no puedes salir nunca.

4) En último caso, el problema tiene que ver con autoestima.

El inicio de la solución para el problema de la timidez extrema comienza cuando reconoces que no tienes una imagen saludable de ti mismo. Te sientes inadecuado, torpe socialmente y de menos valor que los demás por tener una nariz grande, unas piernas delgadas y chuecas o un caso de acné digno de mención en una revista científica. Si este es tu problema, recuerda:

            a. Eres creación perfecta de Dios. Sal. 139:13-18.
            b. Jesucristo dio su vida por ti. 1 Cor. 6:19-20.
            c. Eres amado tal y como eres. No necesitas impresionar al Señor. Él conoce tus virtudes y defectos y aun así te ama infinitamente. Jer. 31:3: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”.
            d. Antes de la fundación del mundo, Dios ya pensaba en ti, por nombre.
            e. Hay muchas personas que te aman y te aceptan. De hecho, los únicos verdaderos amigos son aquellos que lo hacen así.

5) Una ayuda del cielo para tratar con tímidos en la Biblia:
             a. Josué: Dios está contigo: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Jos. 1:9).
             b. Moisés: Dios te da la capacidad: “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? (Ex. 4:10-11).
             c. Saúl: El poder del Espíritu te puede transformar: “Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. (1 Sam. 10:6).
             d. Timoteo: Tenemos las armas para vencer; usémoslas: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios” (2 Tim. 1:7-8). 

6) Puedes aprender a mejorar tus habilidades sociales.

Esto es similar a aprender a tocar un instrumento musical o aprender otro idioma. Debes practicar con entusiasmo y poner en práctica, algunas de las siguientes sugerencias:

         a. ¡Relájate! Recuerda que es posible que las otras personas también estén nerviosas y ansiosas.
         b. Sé amable al saludar. Sonríe con sinceridad. Eso relajará el ambiente.
         c. Aprende a escuchar a los demás. No pienses tanto en lo que debes decir, sino interésate genuinamente por lo que el otro está diciendo.
        d. Sé atractivo en tu forma de vestir, sin llamar excesivamente la atención ni parecer vanidoso o descuidado.
        e. Muéstrate dispuesto a cooperar y ayudar a otros. Eso ayudará a que enfoques tu atención en los demás y no tanto en tu falta de habilidad al hablar o actuar.
        f. Al hablar, usa preguntas “abiertas”, es decir, del tipo que no se contestan con una sola palabra. Por ejemplo: “¿Cómo te va en las materias del colegio?” “¿Qué es lo que más te gusta de esta iglesia?”
        g. Mantente atento a posibles temas comunes de conversación. Por ejemplo, un cuaderno con la figura de un deportista o de algún cantante te puede llevar a conversar acerca de preferencias deportivas o musicales.


El dilema de los huesos prestados



Quiero compartir con ustedes una consulta ética-teológica que un buen amigo mío me hizo. El caso es real, así que voy a incluir el mensaje original de él:

"¿Qué puedo hacer con los estudiantes de medicina que asisten a la Iglesia cristiana y que necesitan huesos para sus pruebas y estudios y en esta region la unica manera de obtenerlos es "pidiendoles prestados" a los cementerios?
No existen huesos plasticos por esta zona para comprarlos y los profesores les explican y hasta les dan un Tour de como conseguirlos".


Bonito problema. He aquí una posible respuesta. Si alguien más se atreve a dar su opinión y colaborar, bienvenido.

Creo que el asunto tiene que ver con tres cosas diferentes:

1) Los asuntos legales y morales. En este punto, creo que si las familias de los difuntos se dieran cuenta que la universidad está haciendo esto, se armaría un escándalo o, al menos, se sentirían ofendidos. En este punto me pregunto si el cementerio no tiene un sistema de vigilancia y mantenimiento. Me parece muy mal de parte de quienes administran ese lugar, el permitir (o no darse cuenta) de que algo así está pasando. En resumen, me parece algo de muy mal gusto que alguien debería denunciar y poner en conocimiento a las autoridades. Por otro lado, desde la perspectiva cristiana, el cuerpo es creación de Dios (Gén. 2:7), templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19) y vehículo para servir al Señor (Rom. 12:1).

2) El lugar de la universidad. Es una aberración que este centro de estudios y enseñanza se dedique a dar un mal ejemplo a futuros profesionales de la medicina, los cuales deben ser formados en el respeto y la admiración por el cuerpo humano. Para mí, alguien debería elevar una formal protesta a nombre de padres de familia de los estudiantes o de la sociedad en general. Además de eso, se debería proveer varias otras alternativas, como por ejemplo, estar dispuestos a pagar por la compra de huesos artificiales (esto no les gustaría a muchos, pero creo que es lo correcto). No porque algo se haya hecho en el pasado, significa que esté bien. Habría que preguntarle al maestro que hace esto si está dispuesto a que los huesos de su mamá o de su abuelita se utilicen para sus clases. Me parece que lo que hacen es una trivialización de los restos humanos. Me parece que la universidad tiene una responsabilidad educativa para con sus estudiantes y la sociedad en general.

3) La decisión de los estudiantes cristianos. Habría que averiguar cuáles son las convicciones de los estudiantes al respecto. Creo que platicar con ellos acerca de las implicaciones de lo que está ocurriendo sería muy bueno para que ellos mismos se expresen libremente, buscando ir más allá del simple "todos lo hacen". En todo caso, creo que se debe permitir que ellos tomen una decisión libre y personal; no impuesta sobre este tema. No sé si este asunto califica como "pecado" técnicamente hablando, pero sí es bueno platicar para formar una opinión adecuada. Ahora bien, una vez que ellos tengan una convicción, me parece que la universidad no puede obligarlos a ir en contra de su conciencia en un tema que ellos consideran inadecuado. A mí me parece que los temas de las pláticas pueden ayudar a que estos jóvenes sientan que ellos pueden hacer una diferencia en el mundo, a través de los que ellos creen y de las convicciones que proclamen.

Una nota final: Es posible que le toque a usted apoyar a los muchachos o incluso llegar a hablar con el maestro o las autoridades de la universidad. No es buena idea dejarlos solos en una protesta o algo así. Además, la idea tampoco es provocar una confrontación, sino hacer lo que es correcto para todos.

Espero que estos pensamientos le sirvan.

Con aprecio,

Alan

¿Obsesión egoísta o amor verdadero?


Muchas veces los jóvenes confunden el amor verdadero con cierto sentimentalismo mezclado con egoísmo. La tarea de distinguir entre ambas es muy importante para evitar caer en graves errores que pueden llegar a destruir la vida. Hace unas semanas estudiamos la siguiente historia bíblica en el grupo juvenil. Quiero compartir el estudio, incluyendo las preguntas utilizadas para hacer pensar a los jóvenes. Que sea de provecho.



Amor Genuino u Obsesión Destructiva

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¿Existen las maldiciones generacionales?


Alguien me hizo llegar esta pregunta: “¿Qué me puedes decir sobre las maldiciones que se heredan de padres a hijos y nietos y más allá?” Supongo que la duda es si esto es bíblico y cómo funciona.

Esta idea proviene de dos fuentes principales: Textos bíblicos como Éxodo 20:5; 34:7; Números 14:18 y Deut. 5:9 y además la idea medio mágica y ocultista de que se puede echar conjuros sobre otras personas. En la práctica, la idea es que las cosas malas que me suceden o los pecados que cometo, podrían ser el resultado de maldiciones o ataduras contraídas por mis antepasados. Hay que reconocer que muchos cristianos creen que esta es una doctrina que proviene de la Palabra de Dios.

Sin embargo, por un lado, los textos citados no significan que Dios va a perseguir de manera obsesiva a una familia para destruirla o hacer que sufran por generaciones enteras. Más bien habla de la gravedad del pecado de la idolatría y sus efectos duraderos en las generaciones subsiguientes; esto es, por vía del ejemplo y la influencia del ambiente sobre los hijos y los nietos. A propósito, el pasaje dice claramente que la “visitación” de Dios (obviamente con propósitos de juicio) es para aquellos que lo aborrecen y no para creyentes.

Por otro lado, recuerda que aunque alguien te eche una maldición, sus efectos ya han sido llevadas por Jesús en la cruz, donde él se hizo maldición para librarnos de la maldición de la Ley (y cualquier otra). 2 Corintios 5:17 agrega que si alguno está en Cristo, es una nueva creación, para la cual las cosas viejas ya pasaron. Si Cristo triunfó en la cruz sobre los demonios y sus artimañas (Col. 2:14-15), entonces no es una maldición la que va a apartarte del Señor (Rom. 8:37-39).

Por último, considera por un momento si esta doctrina fuera cierta. En primer lugar, en lugar de arreglar tus cuentas personalmente con el Señor y los demás, tendrías que preguntarte qué atadura tiene mi abuelito o tatarabuela para que yo esté pasando por estos problemas. En segundo lugar, significaría que del diablo y sus demonios tendrían más poder que Jesús, lo cual no es posible (1 Juan 4:4). En tercer lugar, significaría que los pecados y/o errores de mis antepasados me perseguirían sin qué ni para qué, siendo que la Biblia afirma que cada uno será juzgado por sus propios pecados y no por los de sus padres o antepasados (Deut. 24:16; Ezequiel 18:20, aunque de hecho, todo el capítulo hace énfasis en la responsabilidad personal).

Con respecto a los “anatemas” (maldiciones) que aparecen en la Biblia, la idea no es echarle la mala suerte o condenar a alguien al inevitable fracaso, sino a pronunciar palabras de condena y formal desaprobación de algo o de alguien. No se trata de el mismo sentido de “maldición” que se usa en ambientes de hechicería y brujería.

La verdad es que sí hay influencias; repito, influencias que se pasan de padres a hijos. Por eso, muchos pecados de los padres se repiten en las nuevas generaciones, pero no hay tal cosa como maldiciones infalibles que nos aten de manera inevitable. Somos hijos de Dios y como tales, estamos bajo la protección y el cuidado de Dios de cualquier conjuro o hechizo mágico (Juan 10:28-30).

Quiero recomendar una interesante y amplia discusión sobre el tema en otro foro. En lugar de repetir muchos de los conceptos allí expuestos, he decidido colocar el vínculo para que lo consultes:

http://www.foroekklesia.com/showthread.php?s=&threadid=28230

Cualquier comentario adicional, no dudes en hacerlo.

Con entendimiento transformado,

Alan Perdomo.

Recordando el Congreso "Líderes Full Extras" 2007

El mes de noviembre del año 2007 se celebró el Congreso Juvenil "Líderes Full Extras", de las Iglesias Evangélicas Centroamericanas de Honduras, en la ciudad de La Esperanza. En un clima frío, pero con los deseos de prepararse para ministrar a las nuevas generaciones de jóvenes hondureños, unos doscientos líderes juveniles asistieron al evento, el cual tuvo como conferencista principal a mi buen amigo, el Ingeniero y pastor Howard Andruejol, así como la participación de otro buen amigo, el pastor Peter Simpson. Los desafíos fueron muchos y reflejaron el despertar del movimiento juvenil en Honduras.

En esta ocasión, y al acercarse la Convención Nacional de Jóvenes "Identidad", quiero compartir el video que dio inicio y resumió los desafíos de ese Congreso Juvenil. ¡Disfrutémoslo!

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